COLOREANDO LO QUE SE VOLVIO BLANCO Y NEGRO

viernes, junio 3

Indiferencia

Al parecer el minuto de odio entre la multitud termino por acabar mis ganas de cambiar el mundo, de apoco se apagaron mis fuerzas de seguir tratando de dejar algo en algún lugar.

Creo que hay veces en que el sonido de mi voz se pierde entre gente pequeña que no quiere escucharla y que muy a mi pesar nos sentimos obligados de permanecer mutuamente realizando un circulo vicioso de nunca acabar.

Quizás el problema es que me preocupo demasiado, el minuto de odio me ha demostrado una vez mas que las personas somos inconscientes y detestables. Al parecer el camino es la indiferencia.


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