Tiene malos propósitos, una maldad en su mirada y un aura que escandaliza a cualquiera.
Camina suavemente entre la gente, sus pisadas no son escuchadas, sus intensiones pasan desapercibidas entre la multitud de incautos que caminan junto a él, se mueve jugueteando con la suerte y mantiene la serenidad cuando comete fraude.
Como un pez grande dentro de una pecera con pequeños peces mutila ilusiones y sin que nadie se percate va cambiando el pensamiento colectivo, apoderándose de ideas y emociones. Poco a poco va deshidratando las almas que lo rodean.
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