COLOREANDO LO QUE SE VOLVIO BLANCO Y NEGRO

viernes, febrero 20

.

No hay razones suficientes para almacenar en un frasco de cristal nuestro trato, el perfume que desplazo el aroma de muerte solo podía venir de ti, creí que solo conseguía verte en mi cabeza, en el subconsciente, me equivoque otra vez; como lo suelo hacer a menudo.
Mi cuerpo con sus reacciones hormonales no me ayuda a pensar con racionalidad, ¿que diablos habrás pensado cuando salí corriendo?, no me angustia pensarlo, no quiero parecer alguien que se preocupa por ese tipo de cosas, pero la verdad no estoy convencida de la realidad. (Me seguiste con rapidez debo admitir)
caminaba otra vez mirando las hojas caer, solo podía oír aquella interlocución, aquella proposición.
¿Es real?- me pregunte- mientras mis ojos seguían fijos en las hojas cayendo, te deslizaste frente de mi, y pusiste tu cuerpo cubriendo el resto de camino que nos quedaba para llegar a casa, me tomaste con delicadeza y yo me deje arrastrar nuevamente ante ti, esta vez seria la ultima, no habrían mas provocaciones de tu parte, no habrían mas recaídas de mi parte, ese era el trato; es imposible que podamos subsistir amándonos de esta manera tan retorcida.

Me arrastraste, me acercaste, me alejaste y el trato se cumplió
Desapareciste y yo me dirigí hacia el horizonte donde pude escuchar el ultimo tic tac, el tiempo, solo un momento para atraparme, me sentí como una nube, transformándose en figuras, cambiando de forma cada vez que el viento soplaba,
La nube se acoplaba.

No hay comentarios: